Leonel:Pienso-
Rosario:y en qué?-
Leonel:en muchas cosas, la mayoría no tiene sentido-
Rosario:en serio?, cosas sin sentido como qué?-
Leonel:como el amor, tú crees en eso?-
Rosario:la verdad, no sé, una vez pensé que amaba a alguien...-
Leonel:y qué pasó?-
Rosario:nunca lo amé, sólo me engañaba a mi misma para no sentirme tan sola-
Leonel:oh!, una vez me pasó algo parecido-
Rosario:en serio?-
Leonel:si, pero no lo hice para no sentirme solo, lo hice para qué ella no se sintiera sola-
Rosario:qué empático de tu parte-
Leonel:no soy tan malo como crees tú-
Rosario:demuéstralo-
Leonel:no me interesa demostrártelo, me lo demostré a mi mismo y con eso me basta-
Rosario:qué egocéntrico-
Leonel:gracias-
2 comentarios:
oye, a mi tampoco me suena esa palabra... aunque que cuando algo me causa mucho daño, incluso repulsión, mi mente olvida eso.
Es el problema de la otredad, del fin del uno y el otro, cuando somos otros para llegar a uno, al uno mismo. Buen díalogo, muy al estilo berchtiano. Saludos
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