viernes, 9 de marzo de 2012

Sin dejar de caer

Caía del cielo con un paracaídas de varios colores, abajo esperaban un montón de vacas paradas en dos patas, algo así como hombres vacas, las imágenes no tenían ningún sentido. Salí de la sala y pensé en vomitar por lo mala que era la película, Alex salió detrás de mí, se reía de lo asquerosamente mala que era el largometraje, -vamos al bar de al lado- propuso, en eso aparecen Rocío y Camila, preguntando por qué salimos de la sala -la película es pésima- reclamé,sabiendo que a Rocío le molestaría ese comentario, acto seguido nos fuimos al bar de al lado.
Cuatro vodkas con tónica- gritó Alex  apenas nos sentamos, me miró y gritó - tres nomás- antes de tomar ya actuaba como si tuviera alcohol en la sangre, Rocío me miraba atenta, la Cami se reía de todo lo que decía Alex, que estaba un poco hiperventilado, y yo miraba la escena como si tratara de hacer un cortometraje con todo esto. Rocío me preguntó por qué no tomaba, la miré fijamente y le dije :-míralo a él (señalando a Alex), me molestaría actuar así, además, el sabor me carga-, a pesar de mi respuesta totalmente antipática, ella seguía mirándome, como si yo tuviera algo en la cara, o como si mi cara le pareciera divertida.

Pasaron dos horas y nos echaron del bar, el imbécil de Alex se puso a pelear con el huevón de la otra mesa, no lo iba a dejar solo así que me metí en la pelea, nos echaron a los dos, y como andábamos con Rocío y Camila ellas se fueron con nosotros. Ya afuera empezamos a caminar rumbo al departamento de Camila, quien no dejaba de retar a Alex por su comportamiento, mientras caminábamos, Rocío se me acercó y me
 dijo:-Camila lo cuida como si fuera su hermanito-, en ese momento me acordé de Sofía.
Llegamos al depto. de Camila, ella preparaba café, Alex dormía y Rocío me miraba, le pedí a gritos que dejara de mirarme, que odio que me miren, luego, me lancé por la ventana del décimo piso, mientras caía por el cielo con un paracaídas de varios colores, miré hacia abajo, vi un montón de vacas paradas en dos patas y al medio, Sofía...

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